jueves, 26 de febrero de 2015

Cómo abordar el diseño de la gran escala, el caso de Green Point – Williamsburg en la Ciudad de Nueva York.

CONVERSATORIO CON LAS ARQUITECTAS CLAUDIA HERASME Y VANESSA ESPAILLAT

Este pasado sábado 21 de febrero, como parte del programa de Diseño VIII de la profesora Michelle Valdez se llevó a cabo la presentación virtual desde Nueva York, Cómo abordar el diseño de la gran escala, el caso de Green Point – Williamsburg en la Ciudad de Nueva York. La presentación estuvo a cargo de las arquitectas dominicanas Claudia Herasme y  Vanessa Espaillat.

Claudia Herasme trabaja desde el 2003 en el Departamento de Planificación de la Ciudad de Nueva York y desde Septiembre del 2014 ejerce como subdirectora de la oficina de Diseño Urbano. Es graduada de la maestría en diseño urbano en la Universidad de Columbia y de Arquitectura de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). En Planificación ha tenido la oportunidad de liderar una gran variedad de iniciativas relacionadas a regulaciones del espacio público y diseño vial. Otras funciones incluyen conducir análisis espaciales, desarrollar recomendaciones de rezonificación, trabajar con desarrolladores privados y otras agencias públicas en propuestas y/o proyectos, gestionar talleres con miembros de la comunidad y desarrollar política gerencial de mobiliario urbano. Algunos de sus proyectos más importantes incluyen los Estándares de Diseño de Áreas Pública en el Frente Acuático, el plan de Acceso Público de Frente Acuático en Greenpoint y Williamsburg, El Plan de Renovación de Coney Island y la edición como asociada 2011 del Zoning Handbook. Claudia fue reconocida en el 2009 con el Premio de Diseño Urbano Michael Weil, otorgado por el Departamento de Planificación en reconocimiento a alta calidad de trabajo desde el sector público en diseño urbano, y sus proyectos también han sido reconocidos por el Waterfront Center, una organización sin fines de lucros que promueve la utilización sensible de frentes acuáticos en entornos urbanos, y el capítulo de Nueva York de la Asociación Americana de Planificadores (APA).


Vanessa Espaillat, también trabaja en el Departamento de Planificacion de la Ciudad de Nueva York desde el 2014, en el área de Brooklyn y está precisamente encargada del área de Greenpoint-Williamsburg. Vanessa luego de graduarse de arquitecta en la Universidad Iberoamericana (UNIBE) en Santo Domingo, pasa a cursar la maestría “Arts in Housing and Urbanism”, en la Escuela de Arquitectura de la Asociación de Arquitectos en  Londres. Más tarde se gradúa de la maestría en diseño urbano en la Universidad de Columbia. Trabajó en la escuela de graduados de Arquitectura, Planificación y Preservación de Columbia de la mano de los profesores Richard Plunz y Patricia Culligan. Ha sido co editora de varias publicaciones realizadas por el Laboratorio de Diseño Urbano de Columbia. Es además asociada en la Constructura AE. Vanessa recibió el premio Lucille Smyser Lowenfish Memorial Prize por el proyecto: Growing Canopies, reconocido como el mejor proyecto final de diseño en el Kumasi Studio.


El proyecto de Green Point – Williamsburg
En el 2005 se aprobó el plan para la renovación del área de Green Point – Williamsburg, Brooklyn,  Esta área incluía el inutilizado frente marino.  La  situación  se caracterizaba por  un  alta  ocupación   de  áreas  industriales  en  todo  el  borde  el  East  River. La propuesta incluye un cambio de uso que ya se venía verificando en la zona de manera irregular. La oficina de City Planning comenzó un proceso de estudio donde se analizaron todos los factores que inciden en la zona: físico, económico, social, medio ambiental. Se formula una propuesta que incluye cambios de uso de suelo, normativa para la envolvente urbana de los edificios, vivienda asequible, la renovación del frente marino, accesos hacia la costa, espacios públicos; en resumen un área revitalizada de usos mixtos con gran calidad en sus espacios públicos que valora su privilegiada posición de frente marino. Es un proyecto en el que se incluye a la comunidad, a través de Talleres en los que se les explica a los diferentes actores cuales son las intenciones del plan y se incluyen las observaciones que se estimen pertinentes en el mismo. El conversatorio incluyó también el proceso de implementación del plan. Es muy interesante el hecho de que el plan se ideo para implementarse en un periodo de 50 años y en 10 años se ha completado casi el 50 %. El plan inicial se ha ido modificando según los requerimientos y situaciones que se han ido presentando durante su implementación.  Se explicó la participación que ha tenido el sector privado, los desarrolladores, en la implementación. Un proceso mu interesante, con muchas lecciones para aprender.

Al finalizar la exposición del proyecto, el público hizo varia preguntas que dieron paso al enriquecedor conversatorio. Se trataron algunos detalles del proyecto visto, pero sobretodo los lineamientos generales aplicados en esta gran escala de diseño que son exportables a distintas realidades.

El público estuvo compuesto por los estudiantes de diferentes secciones de Diseño VIII, y los profesores invitados:  Arq. Cristóbal Valdez, Arq. Constantinos Saliaris, Arq. Gustavo Valdez, Arq. Jorge Ventura y Arq. Milé Gonzalez.




 

miércoles, 25 de febrero de 2015

Colaboración de Hugo Van Der Ley

Hugo Van Der Ley, quien se autodefine como arquitecto nómada nos hace llegar esta colaboración. Se trata de una reflexión acerca de materiales de construcción con una opinión muy personal de este arquitecto y amigo. Disfrútenla.

No me gusta el porcelanato

Cuando yo era estudiante le refería a uno de mis profesores, por cierto alabando uno de sus trabajos, como había sabido combinar materiales tan nobles como el ladrillo y el hormigón. De manera petulante el profesor,  me espetó que esa escala de nobleza de los materiales solo existía en mi mente. Quizás tenga razón, pero me da lo mismo, en el entendido de que esa escala de nobleza provenía de mis observaciones de la presencia de estos materiales en la obra de grandes maestros de la arquitectura y de grandes obras arquitectónicas a lo largo de la historia.

Emilio Martínez dictó hace unos años una magistral conferencia titulada, ¨Cuando me Enseñaron Historia¨ y en ella hacia un recuento de varias obras de la gran arquitectura conectándolas en un dialogo con su ejercicio personal. Impresiona ver como Le Corbusier a quien conocemos por la Ville Savoye, L´Unité, o Ronchamp, había producido unas casitas alpinas al principio de su andadura arquitectónica. El destacado arquitecto puertorriqueño hacia después un análisis de sus misma obra conectando su ejercicio con su conocimiento profundo de la historia de la arquitectura universal. La  Biblioteca y Plaza Comunal, Sector Mavito era uno de los proyectos referidos en esta conferencia que tanto me impresionó. Louis Kahn lo sabía y movido por el descubrimiento de la arquitectura antigua, este arquitecto, formado en la tradición del Beaux Arts iba a producir una obra repleta de implicaciones simbólicas, una obra que nos habla desde nuestra dimensión de seres capaces de modificar el espacio tanto para fines funcionales como trascendentes. La arquitectura de Kahn posee una fuerza generadora que le confiere un carácter especial.

Volvamos entonces al tema de los materiales recordando que Kahn dialogaba con un ladrillo. El ladrillo le pedía un arco. El ladrillo es mencionado en el Génesis, específicamente en la construcción de la torre de Babel. Babel, lugar donde Dios confundió las lenguas de la humanidad. A pesar de la vanidad de los hombres que pretendían construir una torre que llegara a los cielos, viendo la forma en que el ladrillo, el humilde ladrillo nos ha acompañado, nos atrevemos a decir que vio Dios que el ladrillo era bueno. El ladrillo es tierra, agua, fuego y aire. En el viven los cuatro elementos que, según los antiguos componían las cosas.

La madera estuvo antes que el ladrillo, sirvió para techar, para hacer primarias y precarias estructuras para remontar ríos, cruzar lagos y mares. Laugier nos muestra al primer ser humano, un niño, recibiendo de las manos de la diosa de la arquitectura, la cabaña primitiva. La madera está con nosotros a despecho de las hectáreas de bosque que se pierden cada día. Algo de vida queda en las fibras de las maderas que componen estructuras, decorados y muebles de nuestros edificios.

La piedra, llena de simbolismo religioso. Piedra angular, cimiento, roca. Pedazo inamovible que desafía la fuerza y la razón. Dicen de Imhotep que inventó la construcción en piedra en el Egipto antiguo y las pirámides parecen repetirlo.

Otro de mis profesores, no muy brillante, repetía que el hormigón era una piedra artificial. Es cierto y es mas que eso, por que antes de ser piedra es materia casi liquida, una pasta verdosa, que se amolda y produce de la mano del carpintero las formas perdurables de una arquitectura que a pesar de ser de pesado el hormigón no deja de ser ligera, de alzar el vuelo de ir mas allá. Candela, Saarinen y otros como Cott y Gautier lo saben, nosotros por ellos también.

El cemento es tierra quemada decía mi profesor de materiales de construcción: se quema piedra caliza, el resultado es clinker se pasa por un molino y tenemos cemento, así lo simplificaba. El cemento gris tipo portland, el que se usa para los mosaicos mezclado con polvo de color. Así tenemos ese mosaico rojo tan agradable al tacto y cuando está bien pulido, a la vista. En negro y blanco podemos usarlo para un piso ajedrezado. De nuevo está de moda tenerlo con patrones de dibujo como en tiempos de mis abuelos.

La cerámica rustica nos trae un material cuyas imperfecciones nos recuerdan que en la variedad se esconde algún guiño. Cuando era chiquito buscaba las imperfecciones que hacían única cada pieza. Las piezas producidas en serie son otra cosa, anónimas, monótonas, aburridas…


Si hay un material que se constituye en un atentado a la sensibilidad, a mi juicio, escriba usted lo suyo si piensa diferente, es el porcelanato. Su popularidad seguro se debe al afán de presumir y a una profunda aversión a todo lo que significa sentimiento. Si hay un material apropiado para el piso de una celda solitaria sería uno de esos porcelanatos bruñidos y poseedores de una dureza de grado 10 en la escala de Mohs. Desde el ladrillo del Génesis al porcelanato de hoy hay todo un mundo de materiales. Elijan…

Hugo Van Der Ley, arquitecto nómada 

Diseño VII/Banco de Alimentos de la República Dominicana

Durante el periodo académico que discurre actualmente, se ha realizado una interesante experiencia con los grupos de Diseño VII que cursan la asignatura con los profesores Arq. Mario Salcedo y Arq. Gustavo Valdez. La experiencia ha consistido en la realización de un proyecto de diseño para un cliente real, en el caso que nos ocupa, el Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Santo Domingo busca convertirse en el Banco de Alimentos de la República Dominicana y su representante el señor Julien Bulliard se ha acercado a la universidad buscando su cooperación en el proyecto.

Uno de los requerimientos del comitente es que el proyecto sea expandible a futuro. Para la realización del mismo se destinó un solar de 6,300.00 metros cuadrados en la Av. Del Hipódromo, en el municipio de Santo Domingo Este.

Con esta propuesta los estudiantes se ponen en contacto con los requerimientos de un cliente real y la escuela aporta a la sociedad.

Participaron 26 estudiantes divididos en 13 pares que presentaron sus propuestas. A continuación incluimos algunas de ellas.






Diseño VIII Territorios Inteligentes/ ¨Urban Life Jim, but not as we Know it…¨

La sociedad postindustrial, con toda su parafernalia tecnológica conectada a las redes globales, determina un nuevo ordenamiento del espacio y una nueva categorización de la ciudad, proponiendo para esta nuevos criterios de análisis y  planificación. La ciudad debe adaptarse a una situación de cambio constante con la finalidad de potenciar, a favor de los usuarios las nuevas tecnologías de transporte y comunicación.  Surge entonces un nuevo concepto para analizar el hecho urbano: la ciudad región, que se utiliza para designar una estructura que agrupa varias ciudades conectadas y que crean conexiones de apoyo e interdependencia entre si, a la vez que se  mantienen diferenciadas una de otra.

Ya la ciudad no es una categoría absoluta. Una persona puede moverse de una ciudad a otra o trabajar desde una ciudad a través de tecnologías de comunicación. Se actúa entonces a escala regional y esta estructura hibrida es la que permite esa interacción. Se habla entonces de regiones inteligentes. Una nueva situación de ciudad que crea nuevas necesidades urbanas y demanda un nuevo concepto de gestión del territorio. La constante hoy día es el cambio, sólo nos queda esperar.

El texto presentado mas arriba ha sido glosado del Ensayo presentado por la estudiante Carla Daniela Rodríguez 2011-5054 para la asignatura Diseño VII en un trabajo cuya propuesta gráfica incluimos a continuación. Los profesores Arq. Jorge Ventura Ovalles y Arq. Milé Gonzalez han guiado el proceso de enseñanza-aprendizaje.