Desde tiempos inmemoriales el
dibujo ha sido un medio de expresión para los arquitectos y arquitectas. En Mesopotamia
se han encontrado evidencias de plantas arquitectónicas con proyecciones
similares a las de hoy día.
Las nuevas tecnologías plantean
un reto a las escuelas de arquitectura sobre todo en el proceso de enseñanza
del dibujo. En esta entrega el profesor Arq. Gustavo Ubrí Acevedo nos regala una
interesante reflexión sobre lo que se debe saber a la luz de los nuevos
recursos que nos da la técnica.
A continuación el texto del profesor Ubrí:
En
estos tiempos el estudiante aspirante a ser
arquitecto inconscientemente se niega a darle la importancia al dibujo manual tal como lo hicieron las generaciones de los siglos pasados cuando
no existía el Autocad ni el Revit. Ahora solo tienen ojos para enfocarse
en lo digital, y la magia de sus teclas. Les cuesta atravesar el mundo del grafito y de la goma de borrar para llegar
al software. Son pocos los llamados en el aula que asumen realmente el reto de
tomar el lápiz como aliado de sus
ideas.Los demás lo hacen por el compromiso y el
requisito académico.
Para la mayoría de los noveles
estudiantes el arquitecto es un hacedor de espacio amparado en la tecnología
digital y bel lápiz una pieza de museo que quedo en el pasado atrapado en el
papel. Prefieren fotografiar la clase si esta en pizarra o grabarla si es
dictada. Porque sus ojos solo están en la red.
Esta
tendencia universitaria se torna cada vez más
compleja, puesto que el estudiante busca encontrar soluciones a su
necesidad de aprendizaje sin que esto le cueste un ejercicio intelectual más allá de Google o De Yahoo. El docente entonces deberá colindar con sus demandas para interpretar
sus aspiraciones, pero nunca puede abandonar
la responsabilidad y el compromiso ético que le toca como profesional y
como académico que se debe a la universidad.
El dibujo básico arquitectónico, es
una materia que por las características misma de su enunciado sugiere sus
cinco horas semanales de taller dedicado
a la observación y al trazo inteligente.
A la observación por ser el
vinculo visual de la realidad con la mente; y al trazo inteligente por ser la
expresión gráfica que representa las ideas.
La
revolucionaria escuela de arquitectura alemana Bauhaus pregonaba en su época de
esplendor que “para diseñar primero hay que aprender ver lo que realmente se ve, para después
representarlo, y luego componerlo.”. Bajo este principio, que los decanos de la
arquitectura moderna asumieron durante su carrera, llegaron a la luz las más
importantes obras de arquitectura del siglo XX.
Y es que el arquitecto diseñador debe
constituirse en un experto observador
del espacio, de la forma y del detalle;
y esto solo es posible con el ojo inteligente y la destreza de las manos.
Michael
Graves , padre de la arquitectura posmoderna en uno de sus últimos artículo escrito para el periódico The New
York Times con el titulo Architecture and the Lost Art of Drawing
(Arquitectura y el arte perdido de Dibujo) se manifiesta en
contra de la idea de la "muerte del dibujo manual" afirmando que es una parte fundamental del
proceso proyectual.”
Graves dice: “Por muy impresionante que llegue a ser la tecnología, la
arquitectura no puede divorciarse del dibujo. Los dibujos no son únicamente
productos finales: son parte del proceso de pensamiento del diseño
arquitectónico.”… dibujar a mano estimula la imaginación y nos permite
especular sobre ideas, un buen signo de que estamos verdaderamente vivos.”
Es
obvio que la tecnología del siglo XXI ha hecho sucumbir los paradigmas del
pasado para darle paso en gran medida a una enajenada cultura digital a la que
se le quieren transferir
responsabilidades propias del intelecto humano y que nunca podrán ser
delegadas.
El
reto del nuevo enfoque de la
materia dibujo Básico arquitectónico, es
el de conectar al estudiante en la razón primaria del dibujo mano libre
con el revolucionario tema del dibujo digital. Demostrarles que ambas se
complementan y que sin una no es posible la otra. Mientras el dibujo
tradicional de mente-mano es un vinculo intimo del pensamiento donde la idea se
expresa tal cual, franca y real. Lo digital solo funcionara si esa primera idea está conceptualmente
preparada para entrar al computador.
Lo
que no debe faltar en un taller dibujo arquitectónico en el sigloXXI.
1.-Entender
el boceto como el engendro
que contiene la esencia del todo; como una síntesis de datos que emanan del
pensamiento y que se hace indetenible cuando la técnica se domina. Esos
primeros trazos de todo proyecto descargan por lo regular
concepto, formas, proporción y contexto. Convirtiéndose en la hipótesis grafica
que abre las puertas al proceso de diseño.
2.-la
técnica del dibujo con instrumentos entrena al estudiante para su
aplicación inmediata en sus clases de diseño, conocer esta herramienta a
temprana edad en la carrera los lleva a descubrir la realidad del espacio
arquitectónico y a verificar con medidas su función operativa aprendiendo
a visualizar, representar y a diferenciar lo lleno del vacío y la superposición de los
planos que se entremezclan en el dibujo.
3.- El levantamiento arquitectónico y
el dibujo de los planos es un ejercicio de campo y de taller que marca el
antes y después en un estudiante de dibujo básico, siempre cuando se entrene
para realizarlo; porque ver , verificar y luego ratificar es una triple
tarea de un mismo problema que incide diametralmente en la formación del
aprendiz. Por eso se impone como meta en el segundo estadio del taller.
4.- El uso recurrente del video para la enseñanza de la distintas
técnicas del dibujo nos ofrece la ventaja de la demostración del proceso aplicado en pasos claramente
definidos que atrapan la atención del
espectador durante 15 minutos evitando la interrupción y la distracción
que muchas veces diluyen el objetivo del aprendizaje. Luego entra el
debate de preguntas y respuesta para más adelante entrar en el ejercicio que corresponde.
5-El dibujo analógico. Emad Zand arquitecto de
origen árabe presenta en su canal de Youtube una serie de videos mostrando como
ejercicio de dibujo manual la conversión analógica de formas y objetos en
propuesta graficas de arquitectura futurista . Esta práctica nos sirvió para
canalizar inquietudes en el estudiante
sobre como poder aprovechar el manejo del dibujo para sus
creaciones.
Esta interesante experiencia del arquitecto Zand llevada como
practica al taller de dibujo despertó en nuestros estudiantes el interés por el dominio de sus trazos ya que
la técnica es una vía creativa que le conduce a plasmar en boceto una idea a
proporción y escala.